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En un mundo donde la tecnología avanzó demasiado rápido y los humanos cometieron el pequeño error de darle inteligencia a los refrigeradores, surge un héroe inesperado: M.A.U.L.L.I.N. (Modelo Autónomo Ultra Ligero con Lógica e Inteligencia Neural), un gato mitad robótico, mitad flojo, pero completamente letal… cuando no está tomando una siesta.

Su misión: detener a Dr. Ratón, un roedor genéticamente modificado con un plan terrible: convertir a todos los humanos en esclavos de su imperio roedor y llenar el mundo de ruedas de hámster gigantes.

M.A.U.L.L.I.N., equipado con visión nocturna, garras láser y un sistema de rastreo de atún, es el único que puede salvar el planeta. Pero antes, necesita un equipo.

En su camino recluta a Toby, un perro hacker experto en sabotear drones enemigos, y a Alexa, una asistente virtual rebelde que se hartó de responder “No encontré resultados para tu búsqueda”.

—Entonces, M.A.U.L.L.I.N., ¿cuál es el plan? —pregunta Toby, mientras esquivan un enjambre de drones asesinos con forma de ratón.

—Primero, destruimos la base secreta de Dr. Ratón. Segundo, encontramos su debilidad. Tercero, nos tomamos un descanso porque, sinceramente, esto de salvar el mundo es agotador.

—¿Y si su debilidad es el queso? —interrumpe Alexa.

—No subestimes a Dr. Ratón. Es un genio. Puede que haya evolucionado… ¿y si ahora odia el queso?

El equipo se infiltra en la base secreta del villano, llena de trampas láser y alarmas que suenan como el “miau” de un gato enojado. Con movimientos ágiles y una pizca de suerte, llegan al núcleo del problema: un botón rojo gigante que dice “NO PRESIONAR”.

—Debe ser una trampa —dice Toby.

—O tal vez es una trampa para hacernos pensar que es una trampa cuando en realidad es la solución —responde M.A.U.L.L.I.N.

Después de una tensa discusión filosófica, M.A.U.L.L.I.N. presiona el botón con su patita robótica. De repente, todas las máquinas del Dr. Ratón dejan de funcionar.

El villano, furioso, se presenta en persona: un roedor con una capa dramática y bigotes perfectamente arreglados.

—¡Imbéciles! ¡Ese botón solo activa mi segunda fase del plan!

La base comienza a temblar. El Dr. Ratón se sube a un MEGA-RATÓN ROBÓTICO, pero M.A.U.L.L.I.N. usa su agilidad y activa su Modo Turbo Zoomies, esquivando ataques y dando giros imposibles.

Tras una épica batalla con explosiones en cámara lenta, M.A.U.L.L.I.N. finalmente logra hackear el sistema con la ayuda de Alexa y Toby. El Mega-Ratón colapsa y el Dr. Ratón huye gritando:

—¡Esto no se quedará así! ¡Volveré en la secuela!

El mundo está a salvo… por ahora.

M.A.U.L.L.I.N. mira al horizonte mientras su sistema de batería le avisa que tiene solo 2% de energía.

—Me merezco una siesta de 16 horas —dice, antes de entrar en Modo Suspensión.

Y así, el gato cyborg salvó al mundo… otra vez.